ESCRIBIDME

A

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HELMUT BERGER

Y

LUCHINO VISCONTI

 

 

 

 

Escribir sobre Helmut Berger y desvincular a Visconti seria un error, porque trazaríamos su perfil incompleto al obviar la influencia del maestro italiano en la carrera del actor. Por eso he querido unir las dos personalidades, de esta forma fundo criterios, uno destinos y abro ventanas, utilizando las dos vías, porque sus nombres desembocaron en films que la historia catalogó como obras maestras fundamentales. Sus vidas tampoco se pueden desligar, son afluentes entre sí, y dan luz, para entender la relación. Esta es mi idea, solo espero que sea de vuestro agrado.

EL AUTOR

 

 

 

 

Los senderos por donde caminamos los buscadores de belleza es de tierra fina, resguardado del sol por arbustos frondosos, donde el aire huele a naranjos y deja en el rostro una caricia palpable que hace sentirnos flotar, el lado contrario a esa búsqueda, donde está la nada y el campo es yermo, se forma en paralelo para impedirnos la visión. En ambas vertientes solo un objetivo danza, grita y salta entre la maleza, suplicando salir, es tan sutil y efímero que se nos va de las manos, se escurre como el agua, impregnando de aroma de naranjos todos los poros de nuestra piel, pero ante su música, sus gritos de ayuda por sobresalir, nada podemos hacer, desaparece como el mismo aire, nos deja petrificados y al abrir las manos vemos que nada queda, solo el recuerdo de haber estado a punto de atrapar esa belleza tan buscada.... Volvemos por el mismo camino, intentamos recuperar el ritmo perdido y seguimos cansados, en silencio, pero con la esperanza de que rozaremos con la yema de nuestros dedos esa absoluta sublimidad. Si en algo se parece esa búsqueda al cine en sí, es en que siempre intentamos descubrir la hermosura en la imagen, el apocalíptico color de un crepúsculo que impregna cualquier secuencia mítica, sin detenernos en los obstáculos que pueden impedir nuestro viaje. Si en algo se parece esto al cine, es en la magnificencia que deja en las pupilas y si en algo esto puede asemejarse a los habitantes que hacen posible la existencia del Séptimo Arte, es en la imagen que ellos graban a fuego en la blanca pantalla, emulando a ese pintor inglés, considerado un artista romántico por excelencia y cuyo estilo abrió las puertas del impresionismo, llamado Joseph Mallord William Turner.

 

 

 

 

Dentro del mundo del cine y sobre todo para algunos actores, la belleza física es sinónimo de perdición, pero gracias a esas cualidades algunos consiguen un cierto estado de culto, aunque tarde o temprano caen del pedestal, o en el mejor de los casos, se conservan, para después marchitarse y finalmente desaparecer. La belleza puede ser una carga, pues en ocasiones bloquea el trabajo del actor. Uno de los ejemplos más puntuales para un icono del cine contradictoriamente calificado y con fecha de caducidad, pero muy valido para esta observación detallada, es sin la menor duda HELMUT BERGER, actor muy famoso de los años 70, con un historial brillante, con títulos a sus espaldas de enorme categoría cinematográfica, con interpretaciones magnificas, pero arrastrando al mismo tiempo un mundo surrealista y ambiguo en su vida privada que le pasaría factura. Tal vez el haber tenido una educación muy rígida en un internado e intentar evadirse en diferentes ocasiones, fueron un comienzo que marcarían sus pasos. Siempre he pensado que HELMUT era un actor impresionante, con multitud de registros, con una aureola de misterio acentuada, que compaginaba inteligentemente con los protagonistas que interpretaba, y no puedo decir que esté hablando de un actor de segunda fila, o un mediocre interprete de los muchos que vagabundeaban en films fáciles de olvidar, HELMUT fué el encargado de portar una bandera difícil, pues tenía tras él a todo un maestro, uno de los padres del neorrealismo italiano y uno de los directores mas importantes del cine: VISCONTI. La personalidad del actor, sus interpretaciones y su caída, son los motivos que me han impulsado para escribir sobre él, espero hacerlo lo mas justo posible, de forma honesta, dando a conocer a las nuevas generaciones el cine que nos fascinó, y un nombre a tener en cuenta...En los años setenta recuerdo muy bien las veces que presencié la figura apuesta de este actor en la pantalla de los cines de Arte y Ensayo, pues en principio los films de Berger era calificados de alto contenido, y para nombrar un ejemplo determinado: SALÓN KITTY, historia de tintes eróticos, narcisistas, salpicados por un nazismo surrealista y sorprendente para los años de censura franquista, en la que Helmut interpretaba a un oficial nazi con credibilidad que sobrepasaba al film.

 

En la vida de Berger, su homosexualidad fué el punto de referencia que sobresalía por encima de su carrera  y como siempre que esto sucede, nubla parte su personalidad, haciendo que el morbo nos centre en sus amantes, como en su afición a las drogas, al alcohol y una vida mal llamada "fácil". Estos ha sido siempre temas en muchos lugares: en la jetset europea, en los medios mas intrigantes del arte, donde precisamente el escándalo no está inventado, pero todo esta hipocresía no le afectaba lo mas mínimo. Berger no era un descerebrado, sino todo lo contrario, ahí están las películas que interpretó, que son una muestra de como ir subiendo peldaños a la sombra de un maestro. Su interpretación del heredero industrial, decadente y perverso Martin Von Essenbeck, en el film LA CADUTA DEGLIE DEI, saga familiar sin precedentes, es una prueba de mis palabras.... Supo bordar un difícil papel y hacer creíble un extraordinario estudio psicológico más que sensacional, donde su magnifica imitación de Marlene ha pasado a la historia. Tal vez estaba escrito que solo Helmut podía extraer la esencia de una mujer y actriz única, porque Marlene Dietrich formó parte de su circulo de amistades.

 

 

 

Así opinaba sobre Marlene:

 

" Cuando la conocí por primera vez me temblaron las piernas, no sabía donde poner las manos, estaba totalmente hipnotizado por su magnetismo, su forma de mirar, de andar, hasta hablando te hacía sentirte diferente. Aunque los años pasan sembrando mierda para todos, era como decía Luchino; El mismo encanto de las noches venecianas y un libro abierto donde las hojas no tienen fin. Conocerla fué uno de los momentos mas inolvidables de mi vida".

 

 

 

 

Helmut poseía una notable falta de defectos corporales, tenía sensibilidad, belleza, vulnerabilidad, arrogancia y un toque de locura que traspasaba la pantalla, haciendo lo posible para no pasar desapercibido. Su clase era indiscutible, su belleza insultante, no me extraña que en aquellos años fuera considerado uno de los 10 hombres mas atractivos del cine. Nació el 29 de mayo de 1944  en Bad Ischl, en el estado de Salzburgo, con el nombre de Helmut Steinberger. A los 18 años se trasladó a Londres, donde trabajo como actor y modelo en anuncios publicitarios. Estudió en la "Central Drama School" de Londres, cursos que nunca llegó a terminar. Se trasladó a Perugia para estudiar italiano y allí fué precisamente donde conoció a Visconti, el director le ofreció su primer papel importante en el film "Brujas de hoy", a partir de esta fecha crucial en su vida, se hicieron amantes y el resto es historia.... Pero lo que resulta mas atrayente para mí y con el fin de puntualizar la unión Visconti-Berger y dar a este articulo de PORTRAIT OF AN ACTOR, la importancia que tiene, voy a adentrarme como paralelo a su vida, en la existencia de un maestro: .Visconti, como ya dije en otros dos artículos que he escrito sobre el maestro, era un hombre de pasiones políticas y artísticas. Esteta de la decadente aristocracia italiana. Maestro destacable  en la construcción de un lenguaje para el cine moderno de aquellos años. Luchino era un artista complejo y valioso, con una vida privada aún más fascinante que la de sus personajes. Su origen noble y  su amistad con celebridades del arte de la época, su pugna entre su ideología marxista y un esteticismo heredado por su clase, su vehemente y confesa homosexualidad, ha sido abordado desde diferentes lecturas, inclusive las opuestas. Es fácil caer sobre su persona con una visión sensacionalista.... como se traduce en las palabras de un crítico del Village Voice:

 

 "La principal pasión del conde Luchino Visconti era criar caballos, hasta que Coco Chanel le presentó a Jean Renoir".

 

 

Es considerado, junto a Jean Renoir y Orson Welles, uno de los padres del cine moderno. Renoir lo inauguró, Welles lo consolidó y Visconti apuntaló este lenguaje con sólidos fundamentos teóricos. Nacido en Milán, en 1906, en el seno de una familia noble y rodeado siempre de rituales aristocráticos, obras de arte, música de ópera, e influyentes artistas como Toscanini, Puccini o el escritor D’Annunzio. Empezó su carrera cinematográfica en 1942 con OBSESIÓN. Transcurría la Segunda Guerra Mundial, y hasta ese momento había dominado en el cine italiano la comedia ligera o la propaganda fascista. OBSESIÓN representó una entrada triunfal a otra forma de hacer cine: una ruptura formal e ideológica que, apelando al mayor realismo posible para realzar una Italia arrasada por la pobreza y la guerra, no reparó en representar el sexo, la codicia y la avaricia como nunca antes se había hecho en el cine, sobre todo en el italiano. Las copias de OBSESIÓN, considerada inmoral y escandalosa, fueron destruidas por el fascismo. Solo después de la guerra el filme fue redescubierto y señalado por muchos críticos como el precursor del Neorrealismo, junto con ROMA, CIUDAD ABIERTA, de Rossellini y EL LIMPIABOTAS. de De Sica.

 

 

 

Me resulta fundamental descorrer esta cortina sobre el director italiano, para comprender las relaciones que mantuvo con actores, como: Alain Delon, Burt Lancaster, Giancarlo Giannini, Helmut Berger, y el director Franco Zeffirelli, con los que vivió auténticos romances, aireados por la prensa sensacionalista, a la que el maestro no prestaba atención. Quizá de todos ellos, y muchos otros que no nombro, fué con Alain Delon y Helmut Berger, donde el director se puede decir que alcanzó las cuotas mas altas del sentimiento mas viejo del mundo, plasmándolo de la única manera que el sabía hacer: en sus películas, que  eran alegatos contra una sociedad en decadencia como fué ROCCO Y SUS HERMANOS, vehiculo pensado para Delon, que por entonces era su pupilo y los que posteriormente realizó para lanzar definitivamente al que sería su discípulo por excelencia: Helmut Berger. Luchino era heredero del cine poético de Renoir, amaba la obra de Proust y a Verdi en lo musical. Visconti se convertirá en otro buscador de belleza, a través de la sensualidad de Claudia Cardinale, Romy Schneider, Silvana Mangano, Alain Delon y Helmut Berger. Construirá un cine filosófico para todos ellos, pero no por eso menos descarnado, en torno a un mundo aristocrático ensombrecido y descompuesto, en el que solo la música, la ópera y la belleza hierática de sus protagonistas se mantendrán incólumes. En EL GATOPARDO tenemos una de sus muchas pruebas de lo que digo es cierto: La escena más simbólica es el baile en el palacio, donde el Príncipe danza un vals de Verdi con Angélica, es un plano largo, subyugante y tremendamente significativo, que representa la inevitable fusión de la vieja nobleza y la nueva burguesía. Desplegando sus magníficas dotes de observador, cada detalle histórico del fiilm, cada mueble y cada objeto, fueron dibujados de antemano por él mismo. El envejecido rostro de Lancaster logra recrear el desencanto de un personaje que se sabe huérfano en este nuevo mundo. Bajo la contundente dirección de Visconti, pudimos apreciar la valía de este actor al que Hollywood había condenado a papeles estándares en películas de simple aventuras. La fotografía que empleó es de un maestro de la luz como Giuseppe Rotuno y la partitura musical de Nino Rota, convierten a EL GATOPARDO en una obra maestra total y como no podía ser menos, ganadora de la Palma de Oro de Cannes. Hoy en día está entre las 20 mejores películas en la historia. Como nota curiosa debo apuntar que para el papel de Giuseppe Tomasi, Príncipe de Lampedusa y Duque de Palma di Montechiaro, Visconti tenía prácticamente ultimado y confirmado al actor Laurence Olivier....Admiraba profundamente a Olivier, siempre pensó que era el único actor que podría dar vida, de la forma que el lo tenía en mente al Príncipe italiano,  pero al final no se llegó a un acuerdo con el Productor Goffredo Lombardo y le impusieron a regañadientes a Burt Lancaster, posteriormente se sintió conforme con el cambio, y el resultado está ahí, para satisfacción de todos lo que la consideramos pieza imprescindible y de culto absoluto.

 

 

 

Durante aquellos años, Helmut Berger le seguía a todas partes, aprendía de su astucia y de la maestría de Luchino, y auque aún no vivian juntos, porque estaba la figura de Delon siempre presente, Berger no se separó del director ni un solo día y rechazó una propuesta para hacer una pequeña intervención en dicho film. Helmut era un actor muy inteligente, sabía que Visconti tenía el proyecto, ya muy avanzado, de llevar al cine EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO, con todo el despliegue de detalles digno del director, contando con Greta Garbo, Romy Schneider y el mismo Helmut. No concibo imaginar el resultado, creo que hubiera sido un acontecimiento tan grande que oscurecería fácilmente sus otras películas. EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO se integraría entre lo mejor del director, y solo adivinar el resultado final, mi cuerpo se estremece y dejo surcar mi imaginación por lugares donde la perfección, el buen cine, la literatura y la música ejercerían como notas insertadas en un film, que sin ser realizado finalmente, flota en partículas, donde veo claramente un rostro, quizá el único que ha existido en el cine, con la suficiente magia, que llevó el nombre de GRETA GARBO.

 

 

No le quedó mas remedio que comenzar otro trabajo difícil, pero atrayente, como fué rodar LA CAÍDA DE LOS DIOSES, en donde ahí si pudo incorporar al que ya era su amante oficial a la vista de todos. El film apoyado en la música de Maurice Jarré, la fotografía de Pasqualino De Santis y el vestuario de Piero Tosi, retrata vívidamente el pathos trágico y operativo de Visconti. En vísperas de la campaña política de Hitler, la ideología nazi es desenmascarada a través del declive de una aristócrata familia, vinculada a empresas del acero. Dirk Bogarde, Ingrid Thulin, Helmut Griem y Charlotte Rampling, encarnan las bajezas morales y mezquinos intereses políticos de su mundo. Con claras similitudes al Macbeth de Shakespeare, el profundo sentido político de la película se resume en un plano esclarecedor y por supuesto retratado de manera única: el de Thulin y Bogarde envenenados sobre el sofá, mientras la mano levantada de un bestial Helmut Berger los cubre despacio con la sombra del nazismo. Berger es el eje del film, su interpretación es caótica, insuperable, sus lecciones aprendidas bajo la batuta de su maestro hicieron época en cada plano de la película, en la secuencia del incesto, en el envenenamiento, en su persecución a las niñas, en su amor diabólico hacia el régimen de Hitler. Esta fué para mi sin la menor duda la primera vez que sentí una admiración total hacia el actor. Amé su interpretación por la que conseguiría un Globo de Oro, pero lo que me impactó y no me avergüenza decirlo, es ver en sus ojos, en su pálida piel y en su figura, los paisajes de mi busca de la belleza. Viconti los encontró y los hizo suyos...Yo me conformaba con sentir humedad en mis manos  y construir mis sueños en base a un nombre: Helmut Berger. Eran mis años de descubrimientos y reconozco que entre los que viví, éste figura entre los mas importantes. Helmut bailaba en mi mente y quizá el 99 por ciento del viaje que realice a Italia, tenia como aliciente contemplar la tierra y el cielo que cubrían al actor....Después, los años me calmaron, pero sigo sintiendo los compases de esa música en mi cerebro.

 

 

 

 

Helmut sabía que Visconti tenía pensado adaptar la novela corta de Thomas Mann "La muerte en Venecia", de la cual tenía el guión prácticamente finalizado, y solo le faltaba concretar el papel de Tadzio. Sobre esto quiero hacer un paréntesis y puntualizar que es totalmente incierto que Visconti pidiera el consentimiento del torero Luís Miguel Dominguín, para que su hijo interpretase a Tadzio. Es una anécdota que siempre comenta el primogénito del matador y que no pasa de ser una mas de sus fantasías....Después de un largo proceso de audiciones, el elegido fué un desconocido Björn Andresen. Helmut estaba muy interesado en interpretar al profesor Gustav von Aschenbach y sin que Luchino Visconti lo supiera, Berger se documentó, leyó varias veces la obra de Mann y tuvo que recurrir al director Franco Zeffirelli, gran amigo de Visconti para interceder por él, la actriz Silvana Mangano también estuvo involucrada y según consta en las memorias de Zeffirelli, el maestro al enterarse montó en cólera, puntualizando que los productores Robert Gordon Edwards y Mario Gallo le habían obligado a que fuese Dirk Bogarde el que diera vida al profesor.....Este dato que detalla minuciosamente Zeffirelli no es del todo creíble, al menos para mí. Nadie podía obligar a un director de su categoría a elegir a un actor o una actriz sin que él estuviese de acuerdo, el mal genio de Visconti fué de sobra conocido en el ámbito cinematográfico italiano, y me resulta un tanto extraño que esto ocurriera, salvo que no viera en Helmut los registros necesarios para interpretar dicho papel, a pesar de haber demostrado en LA CAÍDA DE LOS DIOSES un enorme talento o posiblemente.....y esto me parece mas aceptable, que la relación entre ambos estuviera pasando por algún momento poco agradable. No obstante y ante la enorme decepción que se llevó Berger, quiero decir que no creo que pudiera existir otro actor que no fuese Dirk Bogarde para encarnar al complicado Gustav von Aschenbach. MUERTE EN VENECIA es una película difícil de olvidar, es sin mas una de mis favoritas, un verdadero film de culto, donde sus gélidos personajes de ostentosas vestiduras y artificiosos modales, revolotean ante una puesta en escena única, al mas puro estilo Visconti, regalándonos visualmente a una élite europea que en el verano de 1911 es azotada por una epidemia de cólera, bajo los acordes sombríos de Mahler y la fotografía estudiada al máximo por De Santis, todo agrupado en la romántica ciudad de los canales que aparece convertida en un desolado panteón, donde un fracasado compositor busca ahogar su inminente final físico y moral en una obsesión filosófica- erótica por la belleza, representada en un jóven.

 

 

 

Helmut tuvo muchas proposiciones, una fué interpretar EL ZORRO, que Duccio Tessari estaba preparando, pero nunca llegó a la pantalla con el rostro de Berger, el proyecto de Tessari cayó en manos de otro pupilo de Visconti, Alain Delon. El motivo principal de todo, tenía la sombra de Visconti y un gran interés en que solo Helmut podría dar vida al personaje central de su mas soñado proyecto: LUDWIG, a pesar de los rumores totalmente inciertos de que el maestro quería a Alain Delon, el cual en esas fechas tenía firmados dos films: "Scorpio" y "Tony Arzenta", por lo que resulta rocambolesco e imposible que Delon interpretara a Luís II de Baviera, cuando Visconti tenía al único actor, con el físico apropiado, con muchas similitudes con Ludwig y ese aire hipnótico que requería tan complicado personaje. Preparó a Berger personalmente, para satisfacción nuestra y si la película tenía alicientes de sobra, para aumentar el interés, contó con la confirmación de Romy Schneider, gran amiga de ambos, para introducirse en la piel de la Emperatriz Isabel de Austria. Se ha comentado que la actriz estuvo dudando, que no quería ofrecer otra imagen de la que ya interpretó en la trilogía de SISSI, y es rotundamente falso..... Romy Schneider deseaba ansiosamente encontrar un guión lo suficientemente bueno y fiel a la historia, para poder enseñar al mundo como era en verdad la Emperatriz, pero no estaba dispuesta a ser dirigida por otro que no fuese Visconti. La preparación a la que Helmut fué sometido antes de comenzar a rodar el film, fué todo un ritual al mínimo detalle... Los ensayos con Visconti fueron largos, trabajosos, buscando una perfección absoluta. El director quería que abordase un papel tan difícil, ambiguo y controvertido,  sacando hacia afuera toda la serie de registros que sabía existentes en el interior de Helmut, dándole la forma mas exacta de como fué Luís II y por supuesto como lo veía en su mente el propio Visconti, desde que comenzó a gestarlo... En su libro de memorias, el actor Helmut Berger lo describe así:

 

" Llegué a estar tan obsesionado con Ludwig que no podía dormir. Me ponía antes que amaneciera frente a un espejo y ensayaba los diálogos. Cuando se levantaba Luchino me hacía repetirlos hasta la saciedad, era todo un domador, no me dejaba ni respirar, exigía lo máximo de sus actores, y yo en esos momentos me sentía privilegiado por una parte, pero agotado tanto física como psíquicamente. Ludwing era todo un reto para mi carrera y no estaba dispuesto a escurrirme. Creo que conseguí crear un Luís II dentro del mas puro estilo viscontiano, y eso era ya mucho para mi como persona y como actor ".

 

 

 

 

En Ludwig, Visconti retrata los miedos y fantasías de Luís II de Baviera en su relación con el compositor Richard Wagner y logra crear un retrato épico de pasión desbordada. Es una película densa, de una belleza de la que me siento incapaz de describir, como el delirio de un músico atrapado en la fascinación de un gobernante sórdido y obsesionado por la cultura. La labor de Visconti es esencial porque en la época, la tolerancia de los espectadores no era igual a la de ahora, de modo que inteligentemente trata la situación de una manera delicada, a través de miradas y frases con doble sentido, y alguna que otra imagen en la oscuridad. Aún manteniendo imperturbable esa narración, se permite filmar secuencias bellísimas, sobre todo al comienzo, enseñándonos una Baviera cubierta por la nieve en unos planos que alcanzan cuotas elevadas de enorme perfeccionismo. En este film Helmut Berger se consagró definitivamente como un actor de gran calibre, a pesar de haberlo demostrado ya con brillantez en LA CAÍDA DE LOS DIOSES, consiguiendo dotar al personaje de la dignidad que exigía Visconti, pudiendo verse por momentos, la degradación a que le conduce el paso del tiempo y el estilo de vida que lleva. Wagner fue excelentemente interpretado por el actor británico Trevor Howard, plenamente creíble, que le dio el registro justo al personaje. A destacar una interpretación magistral y es, la de Romy Schneider como la Emperatriz. Según la actriz, para nadie más que para Luchino habría aceptado volver al personaje que le dio tanta fama en los años 50, y que aquí se mostraba con una personalidad bien distinta. Debe señalar también a Silvana Mangano como Cosima, y dos actores de LA CAÍDA DE LOS DIOSES, que en LUDWIG invierten sus papeles: Umberto Orsini, allí el demócrata Herbert y aquí el intrigante Von Holstein; y Helmut Griem, que pasa de ser del odioso nazi Aschenbach al fiel Dürckheim, a un ferviente y sutil compañero.

 

 

 

 

Fué un acierto hacer el personaje de Von Essenbeck y de esta forma Viscontí pudo volcarse en todo un crudo retrato familiar bajo el régimen nazi, como nadie había hecho, dando ese toque viscontiano a cada una de las escenas, desde la primera a la última. LA CAÍDA DE LOS DIOSES, fué una superproducción italo-suiza-germana, y el lanzamiento a nivel internacional de Helmut Berger en un papel a su medida, aunque le costó mucho al director que actuara como Marlene Dietrich en la fiesta al principio de la película. Se hicieron mas de 20 tomas y le obligó a ver varias veces EL ANGEL AZUL, consiguiendo al final una de las secuencias mas sugerentemente bellas del film. Junto a Berger, estaban nada mas y nada menos que Dirk Bogarde como Friedrich, Ingrid Thulin, muy amiga de Berger, como Sophie, Helmut Griem como Aschenbach, y un largo elenco de excelentes actores, entre los que llamó mucho la atención la actriz Charlotte Rampling como Elisabeth, la desdichada esposa de Herbert. El uso obsesivo del color rojo, que representa la atmósfera de la fundición familiar y que en otros momentos de la película reaparece, como en la habitación del asesinado barón. La parte que más se resintió fueron los cambios que se hizo con la banda sonora, donde Visconti había pensado utilizar a Mahler, pero la productora le impuso al por entonces comercial Maurice Jarre, donde a mi modo de ver difiere mucho de lo que el director buscaba, y buena prueba de ello está en los títulos de crédito, donde se representa el avance de una locomotora y la maquinaria de una fundición de acero, música que recuerda  el Tema de Lara de Doctor Zhivago, compuesto por el propio Jarre. La cuidadosa reconstrucción de los hechos políticos de la Alemania nazi se llevó a cabo siguiendo al pie de la letra uno de los estudios clásicos en la materia: la Historia del Tercer Reich de William L. Shirer, entonces corresponsal norteamericano en Alemania, obra que fue el libro de cabecera de Visconti durante la filmación. Algunos personajes parecen ser símbolos de la época: Aschenbach es "las SS", Konstantin, "las SA".... Asimismo, la impresionante escena del suicidio de Friedrich y Sophie inmediatamente después de su boda, no podemos dejar de pensar en Hitler y Eva Braun. El film tuvo una consecuencia final no prevista por Luchino, antiguo combatiente antifascista: El refinamiento, el esteticismo con que se presentaba la crueldad nazi, con esa mezcla de sexo, violencia sádica, e impecables uniformes, dio origen a que algunos críticos la titulasen la "fascinación del mal".

 

En estos años en que me estoy dedicando a escribir sobre cine, he recibido muchos mails de todas las partes del planeta, y es obvio decir que a todos contesto siempre, para mi es un placer y un deber que me he impuesto, sobre todo cuando se trata de personas jóvenes que gracias a mi están descubriendo actores, directores y películas que de otra forma pasarían sobre sus vidas como polvo de estrellas, encerradas en el desván. De todos ellos, hay algo que me preocupa y es el desconocimiento que existe entre muchos, de no saber analizar el neorrealismo italiano, en que consiste, etc. etc y seguido a esto, cierta incomprensión a films como Muerte en Venecia, por poner un ejemplo. Y como es un tema que me ocupa en este instante, en que desarrollo un articulo sobre Helmut Berger y Luchino Visconti, y muy puntual en lo referente a la filmografía del maestro. Quiero por eso explicar minuciosamente sus películas, con mas datos, ya que parte de ellas fueron interpretadas por Berger. Espero que esto pueda servir para despejar posibles nieblas, para amar el estilo viscontiano, que es modelo a seguir, donde la magia de la puesta en escena, fundida con brillantes interpretaciones, son tan eternos que ni todo el viento del mundo se podrá llevar jamás. La vida sentimental de Helmut Berger no ha sido un campo yermo, dió mucho que hablar siempre y auténticos ríos de tinta cubrieron las crónicas sociales en diferentes etapas de su vida, sobre todo cuando era considerado una figura requerida por la alta sociedad europea, siendo ya pareja de Visconti. Existen muchas frases, presuntamente dichas por el actor que pueden dar un color mas preciso a mis palabras. Creo que al margen del morbo que destilan, lo justifico para poder conocer la persona que se escondía tras uno de los rostros mas bellos del panorama cinematográfico y un actor con categoría, como podemos apreciar en su filmografía.

 

 

 

 

 

SUS FRASES

 

 

" El tema sin fin de mi vida es mi anhelo de amor. No puedo obtener suficiente amor."

 

" Alain Delon me quería solamente por estar constantemente al lado de Luchino.... Me tiré a Delon y también a su esposa Nathalie, debo decir para ser sincero que me gustó mas ella, tal vez Alain fuera una especie de rival, no lo sé, pero mi repulsa hacia él puede que venga de todo el daño que le hizo a Romy.... También nos divertíamos en la cama junto a Maria Schneider, creo que todos buscábamos lo mismo y era lógico, éramos guapos, atractivos y con ganas de comernos el mundo. En una ocasión la actriz Glenda Jackson que pensaba que yo era un actor mediocre, menos aún que su novia Marisa Berenson, quiso casarse conmigo para dar celos a Marisa, pero siempre supe que no era el tipo de persona que se sienta en casa y observa crecer a sus hijos. El mundo para mi en aquellos años estaba hecho para ser devorado".

 

" En general a Elizabeth Taylor con la que trabajé en ASH WEDNESDAY, no le gustaban los papeles de mujer posesiva que interpretaba en algunas de las películas que hizo, ella me lo dijo con total naturalidad. Richard Burton era un alcohólico y tuvo muchas peleas con su esposa mientras trabajamos. Recuerdo que un día rocié de trufas de chocolate un sofá justo antes de que Burton se sentase, cuando se levantó para ir al plató a vernos rodar, tenía los pantalones del color del café, me miró y gritó como un loco: !!mierda!! ".

 

 " Tengo un remordimiento que no he superado en todos estos años y hay noches en que me cuesta conciliar el sueño....En mi vida ha habido siempre un lugar al que considero mas mío que la vida y es mi necesidad continua de hacer amistades, de compartir lo mucho que he sufrido o vibrado con esas personas a las que llamo amigos. Todo el mundo sabe de mi devoción enfermiza por dos mujeres únicas, a las que he amado, respetado y de las que aprendí mucho, son Romy Schneider e Ingrid Thulin. Me entristece pensar que no puedo verlas mas, que ya no charlaré en el Café de Paris de Mónaco con Ingrid, embriagándome con sus anécdotas, su sonrisa, su enorme capacidad de seducción y ese aire de madre absoluta o ir de comprar con Romy por la Avenida Montaigne de Paris, sentarnos en silencio en un parque o recordar los momentos que vivimos rodando Ludwig.. Será que ya soy viejo, que estoy mas vulnerable o que este inmenso dolor por la ausencia de las personas que he querido, me ahoga demasiado... Pero lo que no puedo superarlo.....Es triste, muy triste ".

  

 "-La cosa más loca que me pasó fué en Niza. Aspiré cocaína de mala calidad y cuando me senté a comer supe lo liquido que puede llegar a ser un pedo. Llevaba pantalones blancos y no pude ponerme en pie. Tuve que quedarme quieto desde las nueve de la noche hasta las cuatro de la mañana. Mis amigos pensaron que estaba enfermo, porque no quería bailar con ellos, por lo general soy una bailarina apasionada.... Pero llegué al hotel, me cambié de ropa y bailé en éxtasis en el club...tenia que olvidar toda la tensión que había sufrido aquella noche ".

 

 

Podría cubrir muchas mas frases de Helmut en mi articulo, algunas con realmente duras y casi todas posteriores a la desaparición de su protector, amante y maestro. Ello me hace pensar con certeza de que mi vida no fué igual viviendo Visconti, que cuando el director desapareció. Berger era un producto creado, formado culturalmente y moldeado para dar mas categoría a esos grandes frescos de la cinematografía, salidos de las manos de un ser único. Es difícil pensar en otro actor interpretando los films que Helmut hizo bajo la batuta del maestro, sin que suene ese adagio, los hilos que sostuvieron tan brillantes intervenciones o una presunta malsana pasión por poseer también al director a través de la propia imagen. Si lo hizo sería a pesar suyo, Helmut Berger era una escultura de blanco mármol dedicada al dios del placer y el amor. En esta frase se lee claramente:

 

"El tema sin fin de mi vida es mi anhelo de amor. No puedo obtener suficiente amor."

 

 

. GRUPO DI FAMIGLIA IN UN INTERNO, en su película mas autobiográfica, y mi recomendación es que la visionéis para poder comprobar mi teoría, que por otro lado es la misma que muchos críticos de cine. Es uno de las mejores y mas sólidas interpretaciones de Helmut Berger, un regalo contemplar a Silvana Mangano, una actriz que reúne en su rostro un magnetismo difícil de rechazar, te engancha, te llena de magia, de puro cine y su raza como actriz es indiscutible. Todo un retrato completado con una recreación al mas puro estilo, abanderados por un sólido Burt Lancaster..... Trabajo penetrante, con amplísimo carácter testimonial, de apurado empaque fantasmagórico, fiel a las bases de un arte solo atribuible al talento desbordado de uno de los más honestos genios del cine, que para nuestra suerte, deberá seguir vivo como parte integrante de una cultura artística universal, inexcusable y académicamente imprescindible. Me gustaría recordar una frase que dice Konrad en el film y que me parece fascinante:

 

"En la Biblia está escrito: ¡Ay de quien esté solo, porque cuando caiga no habrá nadie dispuesto a levantarlo!".

 

 

 

 

 Si algo caracterizó su carrera, era recrear personajes complicados, salpicados de ambigüedad explícita, que debido a su físico daban por momentos un tinte menos duro, cercano, pero sin dejar su lacerante morbosidad....Hay ocasiones en que cuando uno se compromete a escribir sobre un personaje del cine, mientras desarrollas los textos o atesoras información que te mandan, o que tu mismo encuentras en libros, memorias o biografías, de pronto salta una faceta que nunca pensaste existiera, eso me ha pasado a mi en estos momentos con mi articulo "HELMUT BERGER,  he sentido como si una ventana se abriera ante mí, y a pesar de su amoralidad, sus ansias de gozar del placer en todos los campos, de utilizar inteligentemente sus encantos personales,  estoy convencido de que había un hombre tremendamente sensible, incapaz de hacer daño a nadie, protector con la amistad y dispuesto a darlo todo....

 

 En parte una frase de Romy Schneider, lo confirma:

 

" Helmut es un ser encantador, noble y perfeccionista. Hace lo indecible por complacer a Luchino, por vernos felices a todos, es alegre....El rodaje de Ludwig fué maravilloso, apenas nos quedaba tiempo para hablar, pero siempre existieron esos momentos, él los buscaba, pienso que hacer la vida fácil a sus amigos es una prioridad. Nuestros encuentros en Paris, simplemente para ir de comprar, o al cine, son algo inexplicable, todo lo transformaba....le quiero muchísimo. Luchino nos hizo trabajar duro en aquella película, hay imágenes que hablan por sí mismas. Me encontré a gusto dentro de la piel de la Emperatriz, por fín pude sacar a la mujer..... Haciéndola fuimos muy, muy felices".

 

 

 

 

Visconti no fué su primer hombre, pero sí por el que Berger sintió autentico amor. El actor siempre quiso mantener una relación estable con el director y vivir en Francia. Ambos adoraban el arte, el lujo, las reuniones en casa de Maria Callas y vivieron en París. Luchino en contrapunto con Helmut, era conservador para su intimidad, no quería que la gente supiera que era homosexual, aunque siempre le llegaron los comentarios que se hacían al respecto, a los que no daba importancia. Las personas que trabajaron para él: varias doncellas y un cocinero, comentaron que ambos tenían habitaciones separadas,  y que Helmut iba a la habitación de Visconti por la noche, pero el maestro después siempre dormía solo. Este comportamiento da a entender claramente que ambos pertenecían a una generación distinta. Berger necesita jóvenes a su alrededor. A menudo por la noche salía de la casa en secreto y esas salidas se convertían en salvajes y agrestes. Visconti prefería leer y escuchar música clásica o preparaba algún guión. Berger, confiesa en su libro de memorias que, pronto terminaron sus escapadas y realmente se enamoró. El director no sólo era un amante, un amigo o un padre, también fue su maestro. Le dijo que para aprender bien el idioma Inglés, lo mejor era contemplar arte y leer mucha literatura. Más tarde Visonti cambió algunas cosas de su castillo "La Columbaia", Berger dice que era el mejor arquitecto que había conocido, a su lado aprendió y le enseño ante todo corrección. Como resultado de ello, al cabo de los años transcurridos, después de haber pasado momentos muy duros en el plano personal y artístico, Helmut tiene pocas obsesiones por extraño que pueda parecer: es adicto a la limpieza de su plano hacia arriba, es infinitamente pulcro, le encanta reorganizar sus muebles y tiene una pasión; el embalaje de sus maletas cuando hace algún viaje, le describe como una especie de ciencia. Dice que necesita todo un día para empacar sus cosas. Lo más importante es que la ropa no tenga arrugas después. Prefiere todo esto a las drogas y el alcohol, aunque confiesa en este libro, que a veces  siente la necesidad de beber o probar cosas desagradables. También apunta que Luchino le presentó gente importante: políticos, escritores, pintores y por supuesto los músicos, que eran prioridad para él. Le relacionó con artistas de renombre internacional, como el director de orquesta Leonard Bernstein, la inolvidable María Callas, el bailarín Rudolf Nurejew, con el que Helmut tuvo mucho que ver. Sobre Nurejew, Helmut dice que había una cosa en él que no le agradaba y era su pasión por Rusia, el ajo y el vodka. El bailarín aunque sabía la relación que mantenia, quiso que vivieran juntos, pero él siempre se opuso. Fueron amantes durante cierto tiempo...... Luchino estaba por encima de todo, era su marido y su padre.

 

 

El estado de salud de Visconti era critico, apenas podía caminar, tenía que ser ayudado y pasaba la mayor parte del tiempo en una silla de ruedas. Existe unas frases del maestro que resumen su cruel enfermedad:

 

" Antes era libre, utilizaba mi cuerpo como si fuera lo mas natural del mundo. Después, de repente: la bofetada. El descubrimiento de improviso de que algunas cosas no podrás hacerlas jamás. Que has perdido la libertad para siempre. Odio mi enfermedad por este motivo: porque me ha privado de libertad. Porque me ha humillado y me humilla continuamente. Porque debo aprender a andar de nuevo, a mover de nuevo las manos, a utilizarlas...Luego está la necesidad de ser atendido, la necesidad de que haya siempre alguien dispuesto a vestirte, ponerte los zapatos, afeitarte, peinarte...Es humillante. Te hiere de un modo terrible y te impulsa a rebelarte. Pero contigo mismo, con los otros no serviría, no sería justo".

 

"Ni la vejez ni la enfermedad han agotado mi deseo de vivir, de trabajar. Me encuentro dispuesto para hacer diez films mas, no solo uno..Cine, teatro, música, quiero hacerlo todo, todo. Con pasión, porque es necesario arder siempre de pasión cuando se emprende algo. Por otra parte, estamos aquí para eso, para arder hasta la muerte, que es el último acto de la vida y el que completa la acción transformándola en cenizas. He alcanzado una edad en la que, por lo general, uno se retira. Y mas aún si se está enfermo, pero si me viera obligado a estar en cama esperando que se acabe el tiempo, no hay duda de que moriría mucho antes ".

 

Me emociona leer estas sinceras frases, el sentimiento es libre y mi sensibilidad se acrecienta cuando leo una y otra vez las palabras pronunciadas por un director al que admiro mas allá de la admiración, por el que siento envidia sana ante su trabajo, su cultura, su perfeccionismo, su refinamiento, su tremenda fuerza....sus ánimos de seguir haciendo lo que mas le gusta. Creo que en mi vida de cinéfilo existen muchos nombres que vagan cosidos a mi piel, nunca los podré apartar porque son mios y a los cuales conservo como el mejor de los tesoros....Sobra confesar que entre ellos y en lugar preferente siempre estará LUCHINO VISCONTI... Cuando el director rodaba EL INOCENTE, ni un solo de los días que duró el rodaje Helmut Berger faltó en los estudios, pendiente de él, de lo que necesitaba, de todo cuanto podía hacerle mas cómodo el duro rodaje....Se puede asegurar a pesar de lo mucho que se comentó en contra, que su amor y ternura estuvieron como otra pieza de atrezzo mas, solo que ésta palpitaba incansable en el pecho de un hombre que veía como su amante, maestro y compañero, se iba poco a poco.

 

 

 

Helmut Berger tubo mucho que ver con un hombre también muy importante dentro del panorama cinematográfico, y uno de los mas grandes directores que ha dado Italia, aunque no llegase nunca a trabajar con él, me refiero a Franco Zeffirelli. Un fiel discípulo de Visconti, que aprendió del maestro toda su técnica, la minuciosidad de los encuadres, la puesta en escena, digna de mejor mausoleo para perpetuar la memoria de los dioses. Ambos fueron los artífices en Milán de las representaciones de UN TRANVÍA LLAMADO DESEO y es sin duda alguna uno de los montajes mas notables que se han hecho sobre la pieza teatral de Tennesee Williams... Fué mucho antes de la llegada de Berger a la vida de Visconti y años después los tres eran muy amigos, a pesar de ser Helmut pareja de Luchino. Helmut sentía por Zeffirelli una admiración grande, le acompañó, junto con todo el equipo, a la entrega de los Premios Oscar en 1968, donde el director recibió por ROMEO Y JULIETA, el oscar a la mejor fotografía y mejor vestuario, estando nominado como mejor director y mejor película. Vivieron una relación que según cuenta en sus memorias Berger, no fué precisamente un campo de rosas. Franco era un hombre muy vinculado con los medios artísticos de Italia, íntimo amigo de políticos y figura imprescindible en La Ciudad del Vaticano, donde era recibido sin anunciarse. Helmut era famosísimo en toda Italia y Francia por su amoralidad, por las fiestas que organizaba y por ser adicto a la cocaína y el alcohol. Esto al director no le gustaba, e intento apartarle de todo, pero no pudo conseguirlo......En su libro Helmut reconoce las enormes peleas que sufrieron, la diferencia social que existía entre ambos y las dificultades que le hizo pasar a Franco...pero siempre deja un halo de admiración y de cariño hacia él, lamentándose profundamente de no haber podido participar en sus films.

 

        

 Visconti hacía bromas sobre su propia muerte, haciendo bromas macabras con sus colaboradores sobre qué pondrán sobre él las notas necrológicas. En la ficha técnica de EL INOCENTE, llega a tachar las palabras "Es una película de Luchino Visconti" para dejarlo como "Fue una película...". Terminado el rodaje y el montaje, cuando se estaba procediendo al doblaje y sonorización de la cinta, el 17 de marzo de 1976 muere Luchino Visconti en su apartamento romano. Supo morir con la misma elegancia de los personajes aristocráticos de sus películas: escuchaba la Segunda Sinfonía de Brahms en compañía de su hermana Uberta y de Helmut, hasta que en un momento dijo: "Ya basta. Estoy cansado"........ Dos días después se celebra el funeral religioso en la iglesia de San Ignacio de Roma, con la asistencia del presidente de la República, Giovanni Leone, y del secretario general del PCI, Enrico Berlinguer, precedido por una ceremonia laica en la plaza frente a la iglesia, llena de banderas rojas.

 

 

 

 

 

 

El día de su entierro, Roma había amanecido llena de carteles que decían:

 

 

"LUCHINO VISCONTI, hombre de gran cultura, cuya obra ha enriquecido durante más de treinta años la historia del arte, del cine y del teatro de nuestro país, de Europa y del mundo. No olvidaremos a Luchino Visconti, militante antifascista de la Resistencia que demostró siempre una profunda y leal solidaridad con aquellos que trabajan y luchan". Pero posiblemente su mejor epitafio fue el que pronunció unos años después su director de fotografía, Pasqualino de Santis: "Con Visconti muere también un cine que sólo él sabía hacer".

 

Cuando Luchino Visconti murió, en su mesilla de noche había dos fotografías: una de Helmut Berger y otra de Marlene Dietrich, su fiel amiga. Su ataúd estaba rodeado de una muchedumbre que enarbolaba banderas rojas y cantaba La Internacional y Bella Ciao. Lo portaban a hombros, entre otros, Enrico Berlinguer, Pietro Ingrao, Helmut Berger, Michelangelo Antonioni, Tonino Guerra y Francesco Rosi... Semioculto, con una enormes gafas negras, Burt Lancaster lloraba.......Unas palabras dichas por el maestro, días antes de su fallecimiento reúnen todo un tratado viscontiano y creo mi deber lanzarlas al mundo, depositarlas allá donde esté, en esa dirección abstracta donde vagan errantes los genios:

 "A menudo me han tratado de decadente. Yo tengo una opinión muy favorable de la decadencia, como la tenía Thomas Mann. Estoy imbuido de esa decadencia. Mann es un decadente de la cultura alemana, yo de la italiana. Lo que siempre me ha interesado es contar lo mejor posible, el análisis de una sociedad enferma".

 

 

 

 

 

Hay cosas en la vida que no se pueden explicar con el don de la palabra, algunas intentamos analizarlas o procuramos desgranarlas de una forma entendible para el resto de los humanos, pero de lo que estoy convencido, es de la incapacidad de lógica ante el dolor de un ser que no volveremos a ver mas, al que se ha amado mas allá del mismo sentimiento, de no rozar esa mano cálida que nos ha trasmitió tanto amor...Pensar que no escucharemos mas los latidos de un corazón que nos perteneció y que la sensación de vacío es todo lo que vemos mas allá, mientras una ansiedad manifiesta lo cubre todo.....Es cruel, no tiene símil posible, y no encuentro mejor definición, porque mientras estoy escribiendo este articulo, me siento huérfano otra vez, es como si el dolor de Helmut me fuese familiar como el mismo aire, o ese viento solano de mi tierra manchega que todo lo barre....Espero ser comprendido, ante esa posibilidad saco fuerzas para continuar, porque relatando estos acontecimientos, hago retroceder el tiempo y veo las calles de Roma, comprendo el dolor de un hombre que lo dió todo por y para el arte, hago mías las lagrimas de Burt Lancaster, el hundimiento que padeció Romy Schneider e intento detener esa enorme tela de raso negro que va cayendo del firmamento para cubrir el cuerpo de un genio, mis manos no pueden detenerla y termina cayendo bruscamente enmudeciendolo todo, mientras suena una de las mas bellas arias de su amiga Maria Callas, dando los tonos precisos, al tiempo que cae una lágrima por nuestras mejillas.... Huelgan mis palabras, imposible definir lo que siento, solo los que hemos amado y hemos perdido, podemos rozar nuestros dedos con los de un actor que sin Visconti, nunca hubiera sido el mismo.

 

 

 

 

 

 

Tras la desaparición de Luchino, la vida de Helmut se truncó en prácticamente todo. Atravesó los peores momentos, intentó reunirse de las personas que engrandecían su ego, viajó por todo el mundo, unas veces solo, otras buscando compañías que le hicieran olvidar el recuerdo de su amante, su padre, el amigo....La nada se hacía mas palpable ante sus ojos, rechazó muchas ofertas, otras no le quedó mas remedio que aceptar para sobrevivir, aunque se haya comentado que parte de las obras de arte que el director poseía en sus residencias, fueron legados en un testamento privado al actor, al margen de las cuentas bancarias que compartían en Francia. La familia de Visconti luchó contra todo esto, consiguiendo que las colecciones de Visconti siguieran bajo el escudo de la familia, pero lo que no pudieron impedir fué lo inevitable... Luchino tenía todo previsto para cuando llegara su final y Helmut Berger no solo fué una foto en un bello marco de plata, en la mesilla de su habitación.... TUVO MUCHO MAS....

 

Siento una emoción indescriptible redactando este articulo a dos grandes del cine, puedo asegurar que no ha sido fácil...He tenido momentos gratos, inolvidables y gratificantes en mi larga trayectoria como escritor y hay artículos que han salido calientes de mi corazón, procurando enseñar al mundo mis pocos conocimientos, aclarando muchas leyendas que se han escrito sobre el Séptimo Arte, otras veces sacando luces y sombras de los seres que nos hicieron y nos hacen soñar, pero en esta ocasión puedo afirmar que hay un antes y un después a mi labor. La figura de Luchino Visconti me fascinó siempre, soy un enamorado de todo lo que hizo, tengo en un lugar preferente sus films. Son mis obras de culto, las visiono en los momentos en que la voluntad, la cobardía o la nada intentan buscar sitio en mi interior. Jamás me defraudaron, son auténticos regalos de los dioses y poseen ese raro don de dejarnos entrar, para ser participes de cuanto Visconti cuenta. El legado de Visconti es tan grande e importante que, ni en mil años que pasaran se podría clasificar tanto como hay en él. No sería sincero si dejara en la cuneta una presencia, un rostro, unos registros de actor y una influencia que caminó durante mucho años unido a la piel del maestro. Helmut Berger no es un actor normal, no procede de escuelas, ni él mismo pensó en dedicarse a la profesión, todo en él es visceral, creíble....ambiguo como su vida, pero tan aceptable como esos inolvidables papeles que interpretó y por los cuales entró por derecho propio en la Historia del Cine.

 

 Las palabras de Helmut, son muestra de una unión que dió momentos de gloria para el cine:

 

 " Todo comenzó después de la muerte de Visconti. Fué el choque mas grande de mi vida. Me refugié otra vez en el alcohol, bebía mucho y a menudo, lo sabía, sabía que iba a sucederme algo así... lo sabía. Mi vida se divide en las vividas como Helmut Berger antes de Luchino Visconti y las que viví de él. Si algo puro o noble tenía en mi alma, después de Luchino todo murió con él. Tomo fuerza y esperanza cuando visito su tumba una y otra vez, podía llorar y gritar: "Mille grazie, Luchino, estoy enojado con usted. ¿Por qué me dejaste tan pronto?". Este es mi problema. Lucho contra el alcohol todos los días, porque me gusta mi profesión, mis amigos y no quiero perderlos. ¿Por qué me hago esto a mí?, a él no le gustaría.... Tengo que aclarar muchas cosas y lo voy a hacer.....Ahora mi mejor bebida solo es la cerveza y la tomo cuando tengo sed o estoy de buen humor."

 

 

 

 

El Festival Internacional de Cine de Berlín, mas conocido por La Berlinale, otorgó a Helmut Berger el Premio Teddy por su interpretación en la película "Blutsfreundschaft", realizada en 2009, donde da vida a un anciano enamorado de un adolescente nazi. Se trata de un filme de bajo presupuesto, ambientado en un barrio marginal de Viena, donde Berger de forma magistral interpreta a Gustav, un hombre de 80 años, propietario de una tintorería, que da cobijo en un casa a un neonazi de 16 años, que acaba de matar a un trabajador social en un centro de acogida de personas sin techo. De protector por una noche pasa a ser su amante, el cual le recuerda a un antiguo amor de juventud, otro adolescente asesinado por los nazis  por su condición de homosexual. El anciano y su protegido terminan amenazados de muerte por los camaradas de sangre del joven.

 

            Helmut nunca olvidó a su amante, su maestro y ante todo.....!!UN PADRE!!

 

 

 

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